Durante años los superhéroes han aparecido ante la opinión pública como figuras casi divinas y perfectas. La realidad es muy diferente, los supertipos son, en su mayoría, un grupo de egoístas malcriados que se creen superiores al resto. The Boys es un grupo de tipos “preocupados” por la sociedad. Estos tipos no son mucho mejores que los supers y sus métodos no son nada ortodoxos pero aún así son los “buenos” de la historia.
El punto fuerte de la historia esta en el tratamiento de los personajes. Uno acaba por aburrirse de leer 30 veces la misma expresión mal sonante o la enésima burrada referente a los genitales, algo que inunda casi toda la obra de Ennis. Pero el escritor irlandés tiene un toque especial para la relación entre personajes, dejando a un lado todo lo anterior, en The Boys nos encontramos con conversaciones interesantes y personajes muy llamativos. La relación entre Hughie y Carnicero es uno de los ejes sobre los que se mueve la serie y las conversaciones que tienen suelen ser algunos de los mejores momentos del cómic. Esto no quita que las cosas soeces tengan su gracia, como el momento en que Carnicero se encuentra con Hughie recién levantado en el tomo 3, uno de los mejores (y más desagradables) gags que le he visto a Ennis.
El dibujo de Darick Robertson es bueno, pero lo noto algo más feote que en otras ocasiones. En The Boys, a diferencia de Transmetropolitan, se encarga también de las tintas y le da un aspecto excesivamente oscuro y recargado. En líneas generales me encanta su dibujo, pero en esta obra no me acaba de gustar. Lo veo demasiado oscuro y tétrico. Quizá habría tenido mejor aspecto si dejará el entintado a otro. En Transmetropolitan se encargaba solo de los lápices y el resultado fue brillante.
La edición original ha tenido un montón de problemas. Inicialmente fue publicada por Wildstorm pero debido a su temática y a la degradación de personajes como Superman o Batman decidieron cancelarla. Ennis y Robertson, propietarios de los derechos de autor, intentaron por todos los medios posibles seguir adelante y actualmente The Boys esta siendo publicada por la editorial Dynamite. En América en marzo de este año saldrá el número 40 y la serie cuenta incluso con un Spin off dibujado por John McRea. En España esta colección nos la trae Norma en tomos recopilatorios. Actualmente han salido 4 que incluyen hasta el número 30 americano.
Violencia salvaje, sexo explícito y todo tipo de tacos y expresiones malsonantes es lo que nos vamos a encontrar en este cómic, llegando en más de una ocasión a ponerse realmente desagradable. Pero detrás de esto tenemos unos personajes muy carismáticos y una trama que se va construyendo poco a poco y que acaba por enganchar. Reconozco que el primer tomo me entretuvo, el segundo ni fu ni fa, pero el tercero me ha enganchando completamente. En cuanto pueda me hago con el cuarto tomo.
The Boys es una obra que merece la pena leerse. Da una visión completamente diferente del mundo de los supers. Los presenta como un grupo de pretenciosos y egoístas a los que les da igual salvar la situación, solo les preocupa el dinero y la fama. Esta idea ya la ha mostrado Ennis en alguna otra ocasión (echar un vistazo a The Pro, Hitman o Punisher: La conjura de los necios, donde el irlandés no deja títere con cabeza) en la que dejaba patente su total desprecio por los superhéroes. En The Boys da rienda suelta a todos sus desmadres y nos muestra la que seguramente sea su obra más salvaje, llena de violencia y humor negro. No me parece que sea un cómic apto para todos los públicos, pero merece la pena echarle un vistazo. No te dejará indiferente.
2 comentarios:
The Boys me parece una serie para fans de las películas de Torrente y los chistes escatológicos. Ennis se ha creído su reputación de enfant terrible y parece divertirse poniendo de manifiesto en sus formas más extremas la parte más oscura del ser humano y disfrutar poniendo a prueba la mojigatería de la sociedad estadounidense. Es como un Marilyn Manson del comic inventando situaciones disparatadas en las que va en plan "voy a ver si la digo más gorda". El estilo sucio de Robertson, deudor del comix underground de Spain Rodríguez y del primerísimo Richard Corben, también resulta cada vez más áspero. Lo único pasablemente entretenido son las parodias de toda la patulea de superhéroes que hacen, pero el chiste se agota pronto. En la contraportada del último número de The Boys califican a Garth Ennis de "gamberro". Sí, como un niño que llama a todos los timbres de un patio y luego sale corriendo.
Una opinión tan respetable como cualquier otra. Creo que antes de leer un cómic (o ver una película) hay que saber que es lo que ofrece. En el caso de The Boys después de leer el primer tomo queda claro por donde van los tiros, por lo que nadie se espera leer una profunda reflexión pero si reirse un rato con los desmadres que se le ocurren al señor Ennis. Si lo quieres es lo que hay y si no tienes un catálogo muy amplio donde elegir.
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