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martes, 2 de febrero de 2010

Vuelve (por fin) Perdidos.

En el principio fue sobrevivir al accidente.

Sobrevivir al accidente fue la parte más fácil.

Luego descubrir los secretos del bunker y de la cuenta atrás.

4 8 15 16 23 42

Después escapar de los Otros y de Ben Linnus.

El impactante comienzo de la tercera temporada.

En la cuarta temporada salieron de la isla y tuvieron que mentir al mundo.

Los seis de Oceanic.

Por último viajaron en el tiempo a los años 70 con la iniciativa Dharma.

¿Qué pinta esta pedazo de estatua en la isla?

Pero ahora, ¿qué les espera en el desenlace de una de las mejores series de todos los tiempos? A partir de esta noche lo sabremos, o al menos los americanos. Mañana seguro que estará disponible en internet y la semana que viene empieza en Cuatro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin ha llegado el día:
hoy comienza el desenlace
de la serie más seguida
de todas las actuales.

Una serie que comienza
al desplomarse un avión
con náufragos en la selva
buscando su salvación
y que tras varias entregas
(digo las cinco primeras)
ha generado pasión
con esa isla viajera
que cambia de posición,
con una serie de números
que nadie sabe que son
y que llegan a ser núcleo
de la fantástica “Lost”,
con personajes que mueren
pero que siguen muy vivos,
con un humo que se mueve
y va arrasando los sitios,
con gentes que viven siempre,
con datos del mundo egipcio,
con esos números mágicos,
con los buenos y los ‘otros’,
un guión más que dinámico
con intrigas por los codos,
con la iniciativa Dharma,
con la Volkswagen azul,
con interminables flasbacks
y algún que otro ataúd…

Por fin hoy, dos de Febrero,
comienza ya el desenlace
y gentes del mundo entero
se muestran más que expectantes
ante el inicio del fin
y la posibilidad
de llegar a descubrir
lo que esconde en realidad
esta serie de postín
que está presta a terminar.

Con el final de la serie
los que peligran sin duda
son la singular especie
que imaginó la aventura;
hablo de los guionistas
a quienes desde Facebook
le ponen precio a su vida
si muestran ineptitud
al resolver las intrigas.