La semana pasada se puso a la venta el número uno de la nueva colección protagonizada por el patillas más famoso del cómic americano, Lobezno. En esta ocasión los autores son los británicos Paul Cornell y Alan Davis, los cuales suelen ser garantía de un trabajo bien hecho. Como suele ser habitual cada vez que saca alguna obra nueva Cornell pasa la tarde en Forbidden Planet firmando y si no tengo nada que hacer me suelo acercar, como fue el pasado miércoles.
Cornell seguramente sea el único autor que siempre se acuerda de mi. Hace unos años se confundió con mi nombre en un cómic y desde entonces siempre que le veo me recuerda esta anécdota. Además del cómic de Lobezno le lleve alguna Judge Dredd Megazine y unos ejemplares de Saucer Country.
Respecto al cómic en cuestión pues me ha dejado sensaciones contrapuestas. Es el punto de arranque de una trama que esta bien pero no hay nada espectacular ni destacado en la historia. Casi me daba la sensación de que podría estar ante cualquier miniserie de Lobezno en vez de ante el número uno de su nueva serie regular. Ya veremos como se desarrolla pero de momento, sin parecerme malo este arranque, no me ha despertado mucho interés.
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