Un hombre lobo americano en Londres de John Landis.

Ficha:

Director: John Landis.
Intérpretes: David Naughton, Griffin Dunne, Jenny Agutter, David Schofield, Frank Oz.
Título en VO: An American Werewolf in London.
País: USA Año: 1981. Duración: 97 min.


Historia:

Un par de estudiantes americanos tienen pensado pasar el verano viajando por Europa. Su primera parada es una zona rural de Inglaterra. Mientras caminan por el desierto páramo son sorprendidos por un salvaje animal que mata a uno de ellos y deja gravemente herido al otro. Rápidamente es transladado a Londres donde recibe atención médica. Pero un mes después, con la llegada de la luna llena, el chico se transforma en hombre lobo y comenzará a sembrar el caos y la destrucción por la capital inglesa.

Opinión:

Desde siempre la Universal se ha dedicado a las películas de monstruos y entre sus muchos títulos van apareciendo personajes legendarios como Drácula, Frankenstein o el Hombre Lobo. Cada cierto tiempo las salas de cine reciben una nueva entrega protagonizada por alguno de ellos. A principios de los años ochenta el elegido fue el hombre lobo. John Landis decidió tomar todos los elementos clásicos y fantásticos que han rodeado a este monstruo y juntarlos con una historia y una ambientación realista.

Por lo que definitivamente pasó a la historia del cine esta película fue por la escena de la transformación. Una auténtico prodigio del cine de los 80, sin uso de ordenador ni ninguna de las técnicas modernas, solamente maquillaje y maquetas. La escenas es de las que quitan el hipo, vemos como se le desgarran los músculos al personaje, los huesos se alargan y el pelo le crece. Todo ello con una iluminación clara, sin esconderlo con sombras.



Además de esta impresionante escena destaca también el maquillaje con el que van apareciendo las víctimas del protagonista. Es en estos momentos donde tenemos otra de las señas de identidad del film, el humor negro. Los diálogos de estos personajes están cargados de indirectas y mala leche contra el protagonista, que no deja de ser el responsable de su muerte.

La ciudad de Londres aparece retratada como un personaje más. Podemos hacer un pequeño recorrido turístico por las zonas más emblemáticas del lugar como son Trafalgar Square o Picadilly Circus que esta muy cambiado respecto a como podemos verlo a día de hoy. También salen las míticas cabinas de teléfonos o los autobuses de dos plantas tan característicos de esta ciudad.

John Landis nos regaló en 1981 un un clásico casi instantaneo. Una de esas películas que a pesar del tiempo siguen impactando y quedándose en la retina del espectador. Para mi, y a pesar de los años que han pasado, sigue siendo la mejor película sobre el mito del hombre lobo. De imprescindible visionado.