Ficha:
- Guión:
John Layman.
- Dibujo:
Rob Guillory.
-
Edición original: Publicado por Image en la serie regular Chew número 21 a 25.
-
Edición española: Publicado en octubre de 2012 por Planeta deAgostini en un
tomo en tapa blanda, 120 páginas, 12´95€.
Opinión:
Quinto
tomo de Chew, la que seguramente sea la serie más disparatada e imprevisible de
todas las que sigo. Con esta entrega se completa el segundo año de publicación
original y a pesar de ello la calidad no baja un ápice.
La
historia, como suele ser habitual en la serie, se va dividiendo en varios
frentes y cada personaje actúa de manera más o menos independiente. Por un lado
tenemos a Tony y su compañero Colby que son enviados a nuevos destinos. La
suerte es muy dispar para ambos. Tony acaba secuestrado por un grupo de chalados
obsesionados con el baseball mientras que Colby se acuesta con su nueva jefa.
Por otro lado conocemos nuevos datos sobre la Olive, la hija de Tony, que
seguro darán mucho juego en próximas historias.
Chew
tiene todos los elementos para ser un cómic imprescindible. La historia avanza
a buen ritmo y en ningún momento dejan de pasar cosas. Las revelaciones son
continuas y los finales de capítulo suelen tener buenos cliffhangers. Los personajes
tienen muchísimo carisma. Las situaciones cómicas y trágicas se van alternando
continuamente, podemos tener una escena graciosa y al volver la página
encontrarnos algo completamente desagradable. En resumen Chew es una sorpresa
continua.
El
dibujo de Rob Guillory es más o menos el de anteriores entregas. El autor dio
con la tecla adecuada al comienzo de la serie y ha intentado añadir nuevos
elementos que completen su trabajo. Guillory sigue forzando al máximo la
caricatura dándonos unos personajes muy expresivos que muestran sus
sentimientos con toda claridad. A esto habría que añadir los cada vez más
detallados escenarios y fondos, así como las ropas de los personajes. Como ya
os digo el dibujante sigue con las pautas que le han dado resultado y va
añadiendo los detalles justos para perfeccionarlo. Chew cuenta con una historia
genial pero sin el arte de Guillory sería una serie tan genial.
El
cuarto tomo me dejó algo frío pero en este la cosa remonta y volvemos al nivel
acostumbrado en la serie. Es cierto que la sorpresa inicial se ha perdido en
parte pero aún así los autores saben sacar todo el potencial a sus personajes y
dan una historia de calidad, llena de momentos divertidos. Si estáis cansados
de los supers de toda la vida y queréis probar algo diferente Chew es vuestro
cómic.
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