Espartaco: Sangre y arena.

Espartaco se ha convertido rápidamente en una de las grandes sorpresas a nivel de series que me he llevado en los últimos tiempos. Una combinación perfecta de acción y realismo que atrapa desde el primer momento por su demoledora puesta en escena. Esta noche la estrena Cuatro a las 22:30 y es una oportunidad perfecta para echarle un vistazo si aún no la habeis disfrutado.

La serie en principio no parece tener grande alicientes a nivel argumental. Todos conocemos la historia de Espartaco es más o menos conocida por todo el mundo gracias a la excelente película de Stanley Kubrik del año 1960. Además por muy temibles que sean los rivales a los que se enfrenta nuestro protagonista esta claro que va a sobrevivir, ya que la serie no va a quedarse sin protagonista a mitad de temporada. A pesar de todo esto los guionistas han tejido una densa red de mentiras y complots que hacen que el desarrollo sea absorbente y lleno de sorpresas. Varios episodios parece que van a terminar de una manera y de repente en la última escena las cosas cambian de manera totalmente inesperada.

Con el paso de los capítulos las tramas “no guerreras” van cobrando mayor interés hasta desplazar por completo a las batallas. En un principio la serie llama la atención por sus elevadas dosis de sangre y contenido sexual pero eso no es más que un pretexto para narrarnos una historia sólida, llena de momentos impactantes y sobrecogedores. Últimamente las series americanas están a un nivel espectacular y cada vez es más difícil decidirse por alguna, pero sin duda Espartaco esta entre las 4 ó 5 que nadie debería perderse. Esta primera temporadas esta compuesta de 13 episodios absolutamente imprescindibles.


El personaje principal esta interpretado por el desconocido Andy Whitfield que realiza un gran trabajo y al que se le debe gran parte del éxito de la serie. Junto a él encontramos también a otros actores poco conocidos que dan vida al resto de los gladiadores. La preparación y el trabajo de todos ellos es simplemente espectacular, lo que le da gran realismo a las escenas de acción. Entre el resto del cartel de actores destaca Lucy Lawles (la eterna Xena) y John Hannah (al que vimos en la reciente trilogía de la Momia). En ambos casos les vemos en roles muy diferentes de aquellos por los que son más conocidos. Mirando los créditos nos encontramos con algún nombre conocido como el de Sam Raimi en la producción.

Según se puede leer por internet la segunda temporada es un poco en el aire. Andy Whitfield esta enfermo de cáncer y depende de donde leas la noticia esta recuperado y listo para el rodaje o aún continúa convaleciente. A principios de este año ha llegado a las televisiones americanas una precuela que nos muestre todos los sucesos previos ocurridos en la escuela de gladiadores antes de la llegada de Espartaco. Al parecer la idea seria rodar la segunda temporada ya cuando el actor protagonista este completamente recuperado de su enfermedad.


Espartaco Sangre y Arena es una mezcla de varios conceptos. Por un lado tenemos la ambientación y el realismo de la serie Roma. Por otro unos efectos digitales muy parecidos a los vistos en 300, donde la sangre la mayoría de las veces esta puesta con ordenador y salta a borbotones inundando toda la pantalla. A esto habría que añadir las películas clásicas del género de romanos como la clásica Espartaco o la más moderna Gladiador. El resultado final es una producción de gran calidad absolutamente recomendable y que nadie debería perderse.