- Guión:
John Layman.
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Dibujo: Rob Guillory.
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Edición original: Publicado por Image Comics en los números 26 a 30 de la
colección Chew y el especial Secret Agent Poyo.
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Edición española: Publicado por Planeta de Agostini en agosto de 2013, tomo en
tapa blanda de 160 páginas, 16´95 €.
Opinión:
Hoy
comento el sexto tomo de la colección Chew de John Layman y Rob Guillory. La
serie esta protagonizado por el agente Tony Chu y nos plantea un mundo en el
que la carne de pollo, así como huevos y demás derivados de este animal, es ilegal.
Además de esto tenemos gente con poderes tan peculiares como conocer el pasado
o el futuro de lo que han comido. Una serie llena de ideas disparatadas y
diferentes que me enganchó desde el principio.
En el
quinto tomo Tony era secuestrado y casi al final conseguía escapar después de
recibir una buena paliza. Como consecuencia de todo esto acabó en el hospital.
En este sexto tomo Tony esta en cama casi todo el tiempo y pasa a ser un
secundario de la trama. El papel protagonista lo toman los habituales
secundarios de la serie, especialmente su hermana Toni.
Este tomo tiene varias historias más o menos autoconlusivas que no permiten conocer mejor a los secundarios de la serie, así como a los diferentes cuerpos federales. Cada número tiene el esquema clásico que Layman ha implantado en la serie. Un pequeño prólogo, el cuerpo de la historia y una página final con alguna revelación. Entre medias conocemos a más personajes extravagantes con extraños poderes. Todo esto sin olvidar las situaciones absurdas, los chistes sobre comida y los momentos llenos de gore.
Rob
Guillory sigue dejándonos un apartado gráfico sensacional. Realmente me cuesta
pensar en otro tipo de dibujo para esta historia. Guillory es genial en el
tratamiento de personajes, dotándoles de gran expresión. Además se recrea en
mil detalles y llena las páginas de comentarios y fotografías descacharrantes.
Fijaros por ejemplo en todos los carteles que aparecen en las secuencias del
hospital. Cachondeo puro.
Este
sexto tomo incluye cinco números de la serie mensual, como los demás, pero
también el especial Secret Agent Poyo. Este one shot nos explica como fue la
operación que convirtió a Poyo en una especie de gallo/terminatos y que pasó su
corta estancia en el infierno. Esta parte del tomo es puro humor negro, cargada
de violencia y sangre. No es que sea fundamental para la trama, pero te ries.
Con este tomo llegamos al ecuador de la serie, siempre y cuando se mantenga la idea original de que dure 60 números. La colección desde el principio se ha caracterizado por ser diferente y por mezclar elementos cómicos y trágicos con los conceptos más absurdos que uno pueda imaginar. Ha tenido un ligero bajón con respeto a sus primeras entregas, pero en general es una colección más que notable, divertida y con la que es imposible no reírse en alguna ocasión con los disparates que ocurren.
Chew me
ha gustado desde el primer tomo y salvo algún que otro bache es una colección
redonda con la que pasar un buen rato de lectura. Siempre os digo lo mismo,
leed Chew que no os arrepentiréis.
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