Leaving Las Vegas con Nicolas Cage.

Hoy en día se ha escrito mucho sobre Nicolas Cage y su calidad como actor. Es cierto que lleva unos cuantos años que no hace nada realmente destacado pero en los años noventa hizo unas cuantas películas de acción muy interesantes. También hizo Leaving las Vegas, la que para mi es su gran actuación y con la que consiguió poner los pelos de punta en más de una ocasión a los espectadores. No es una historia  alegre, no es una historia bonita, pero es la historia de este mes en La peli del 13.

Historia:

La vida de Ben Sanderson ha toca fondo definitivamente. Su familia le ha abandonado y  su carrera como guionista esta completametne acabada trás ser despedido de la empresa para la que trabaja. Todo ello a raíz de su imparable abuso del alcohol. Sin nada que perder ni ganar coge todos sus ahorros y decide poner fin a su vida. Para ello se encamina a la ciudad de Las Vegas donde pretende seguir bebiendo hasta la muerte.

Una vez en allí conoce a Será, una de las prostitutas del Strip, con la que empezará una relación. Ambos saben como acabará todo pero intentarán disfrutarlo al máximo mientras dure.

Equipo:

El director de Leaving Las Vegas quedó muy impactado por la lectura de la novela del mismo nombre. Mike Figgins intentó por todos los medios llevar a la gran pantalla esta historia y para ello era fundamental encontrar a los protagonistas indicados. Nicolas Cage y Elisabeth Shue no eran grandes nombre por aquel entonces pero en diversas entrevistas con el director le dieron garantías de poder llevar adelante esta cinta.

Nicolas Cage comenzó su carrera en los años 80 pero no fue hasta los 90 cuando empezó a ser reconocido por el público general. Su primer gran éxito fue la comedia Tess y su guardaespaladas para justo un año después protagonizar Leaving Las Vegas. Por esta última ganó el Oscar en 1995 al mejor actor protagonista y alcanzo la fama de la que disfruta hoy en día. En los últimos años de la década de los 90 encadenó varios títulos seguidos de acción. La roca, con air y Cara a cara fueron los más representativos y me declaro fiel admirador de todos ellos. Películas animadas, con buenas escenas de acción y toques de comedia, eso si no muy sangrientas.

En el presente siglo la carrera de Cage no ha hecho más que crecer y crecer al ritmo de varias películas al año. Las deudas acosan al actor y le obligan a trabajar a destajo. La verdad es que desde El señor de la guerra en el 2002 pocas han sido las cintas realmente destacadas de su filmografía. Algunas cintas entretenidas pero ningún gran taquillazo, salvo quizá la Búsqueda que si que dio bastante dinero, y si cosas infames como El motorista fantasma. A pesar de ello echando un vistazo general a su todas sus actuaciones podemos decir que hasta El señor de la guerra Cage tenía un currículum muy bueno que luego poco a poco se ha ido enturbiando.

La carrera de Elisabeth Shue ha sido mucho más discreta que la de su compañero en Leaving Las Vegas pero no por ello faltan títulos interesantes. En los años 80 debuto en la gran pantalla y pudimos verla en la saga Regreso al futuro donde interpretaba a la novia de McFly. Siguió haciendo papeles menores hasta que en el 95 le llegó su gran oportunidad con la película que hoy comentamos. Ya en el 2000 protagonizaría El hombre sin sombra, su segunda película más conocida y una tanda de episodios de CSI. Recientemente la vimos en la primera entrega de Piraña. Shue ha demostrado ser una actriz competente y que sabe defender personajes difíciles pero me da la sensación que, quitando Leaving Las Vegas o El hombre sin sombra,  no ha llamado la atención del público general.

Una escena:

Leaving las Vegas tiene unas cuantas escenas que se quedan grabadas por lo crudas y descarnadas que son. Especialmente duras me parecen aquellas en las que vemos como se levanta por las mañanas Ben con las convulsiones y los espasmos. La parte en la que se levanta de la cama, pasa por la cocina a coger dos botellas y se las bebe en la ducha me dejo completamente impresionado la primera vez que vi la película.

Banda sonora:

La película contó con un presupuesto muy bajo y el director intentó ahorrar en todo lo posible. El propio Figgins se encargo de realizar el score para la cinta y dejar parte del dinero destinado a la banda sonora se empleó para añadir algunas canciones de artistas famosos a la cinta. De esta manera tenemos una interesante selección de títulos entre los que destacan It's a Lonesome Old Town de Sting o Lonely teardrops de Michael McDonald. Me encanta Sting pero esta última de McDonald es la mejor canción de la película.



Anecdotario:

- La película se basa en una novela autobiográfica de John O´Brien. El autor se suicidó en 1994 antes de saber que su historia sería llevada a la gran pantalla.

- Se estreno a finales de octubre de 1995 en unos pocos cines de Estados Unidos. La recepción por parte de la crítica fue muy positiva y en febrero del año siguiente se estreno a nivel general en todo el país.

- Debido al bajo presupuesto para rodar algunas escenas en las calles de las Vegas no pudieron costearse los permisos pertinentes. Optaron por rodarlas de todas formas pero lo más rápido posible para evitar a la policía.

- Para documentarse Cage visitó varios centros de rehabilitación y Shue se entrevisto con algunas prostitutas de Las Vegas.

- Nicolas Cage es sobrino del director Francis Ford Coppola pero cambio su apellido familiar por Cage para evitar favoritismos. Corre la leyenda de que escogió Cage por el personaje de comics Luke Cage del que dice ser un gran fan.

- Fue nominada en los Oscars en cuatro categorías diferentes, finalmente solo ganó uno para Nicolas Cage como Mejor actor protagonista.

- Si alguien tiene curiosidad puede consultar el guión completo en este enlace.

- Por muy exagerada que parezca la idea de Ben es algo que se ha repetido en la realidad de manera más o menos frecuente. Gente que acude a Las Vegas a acabar consigo mismos. A raíz de esta película se rodó el documental Eating Las Vegas para retratar esta realidad.

Las Vegas, una ciudad de película:

Las Vegas forma junto a Nueva York y Los Ángeles la santa trinidad de ciudades de las películas de Hollywood. En el caso concreto de Las vegas es innegable el atractivo que plantea para contar historias. Los casinos y la mafia suelen ser los temas recurrentes en este tipo de producciones pero la ciudad da para historias de cualquier género.

Practicamente desde los años cincuenta se han ido realizando películas en esta ciudad de manera regular. Recientemente la más importante ha sido Resacón en Las vegas que volvía a hacer incapie en el caracter fiestero de la ciudad. Ocean´s Eleven, Show Girls o Con Air son solo algunos de los títulos más famosos que se han rodado en sus calles.
En la pequeña pantalla la serie más famosa desarrollada en esta ciudad es la mítica CSI: Las Vegas. Esta serie tenía ideas muy frescas y novedosas sobre como la policía afronta los crímenes. Pero también nos enseñó Las Vegas como pocas veces habíamos visto. Los casinos son solo una parte de la ciudad, en CSI veíamos muchas zonas de la ciudad más allá de sus edificios más famosos.

En el mundo de los videojuegos también hemos podido dar un paseo por esta ciudad. El más famoso seguramente sea GTA San Andreas que contaba con una réplica bastante fiel de Las Vegas pero con el nombre de Las venturas.

Queda claro que Las Vegas es una ciudad muy especial y que con el paso de los años la cultura americana nos la ha ido enseñando en repetidas ocasiones formándose un halo mítico en torno a ella. Echad un vistazo a la historia de la ciudad por que es bastante curiosa.

Opinión:

Los dos personajes protagonistas han tocado fondo y lo saben. Al conocerse y comenzar su peculiar relación tienen una segunda oportunidad de iniciar una nueva vida y dejarlo todo atrás. Al menos así es como lo ve Sera que se agarra a Ben como su salvavidas. Ben no pretende salir adelante, ya ha hecho todo lo que pretendía en la vida y ahora no tiene esperanzas ni nada por lo que luchar. Sera no es lo suficiente para querer seguir adelante. Ben y Sera son dos caras de la misma moneda y muestran maneras completamente opuestas de ver la vida.

Leaving Las Vegas es una película dura, no deja ni un momento a la comedia y tiene escenas realmente sobrecogedoras. Las actuaciones de los dos protagonistas son inmejorables y creo que ambos hacen el mejor trabajo de toda su carrera. Esta película merece la pena verse al menos una vez, no os decepcionará.