Esta semana por una casualidad casi divina me he conseguido juntar con tres días libres consecutivos y, además de dedicarme a ir a las sesiones de firmas, me he acercado a la ciudad de Cambridge. Situada a poco más de 80 kilómetros de Londres esta ciudad es mundialmente conocida por su universidad. Toda ella respira un aire de campus gigantesco y, aún siendo verano, esta llena de estudiantes. Un sitio realmente bonito por el que merece la pena pasarse un día y disfrutar de sus calles. Si además es uno de esos raros días soleados y calurosos, como fue este lunes, no os arrepentiréis.
Pero este post no es para hacer de guía turístico, para eso hay un millón de páginas web que seguro os pueden recomendar los sitios más populares de Cambridge. Yo voy a comentar una anécdota que tuve con un músico. Estaba caminando por una de las calles cercanas al mercado y empecé a oír Times are changing, una de mis canciones favoritas del maestro Bob Dylan. Seguí subiendo la calle buscando al músico y de repente me encontré con esto.
Un tío estaba cantado canciones de Dylan metido en una papelera, y lo estaba haciendo bastante bien. Sin duda se gano la moneda que le dí, junto con toda mi admiración
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