lunes, 16 de mayo de 2011

El cine en 3D


Desde que Avatar rompiera todas las taquillas de mundo con una recaudación dificilmente superable los estudios de cine se han puesto las pilas y los lanzamientos en 3D son ahora algo cotidiano. Según parece hay dos tipos de sistemas para trasladar las 3 dimensiones. En películas como Avatar las escenas son rodadas expresamente para las 3D con cámaras especiales, mientras que otras películas, como el remake de Furia de Titanes, reciben un tratamiento en postproducción que añade las 3D.

Yo de momento he visto solo dos película en 3D, una de cada tipo. La primera, como no podía ser de otra forma, fue Avatar, la segunda ha sido Thor hace un par de semanas. Avatar me pareció una pasada en 3D, realmente si que se sacaba rendimiento a las posibilidades que ofrecía este sistema. Luego repetí viéndola en 2D y se notaba que los efectos eran mucho menos llamativos. En el caso de Thor, que llevo el tratamiento 3D después del rodaje, también me pareció espectacular pero en ocasiones me daba la sensación de que los personajes eran recortables sobre el fondo.

La principal pega que le veo al cine en 3D son las propias gafas. Para los que llevan ya de por si gafas puede resultar especialmente incómodo. Otro problema es que estas gafas son oscuras y se pierde parte de la iluminación de la cinta. Si la película esta rodada en 3D es de suponer que este factor se ha tenido en cuenta. En cambio si se han conseguido las 3D en postproducción es de suponer que no se ha tenido en cuenta y se pierde parte de la iluminación. En Thor la verdad es que si me dio la impresión de que se perdía algo de colorido.

Lo que hace solo unos años era el futuro del cine hoy en día es una realidad. Con el paso del tiempo se va perfeccionando la técnica y de aquí a 4 ó 5 años podemos estar ante espectáculos realmente impresionantes.

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