Breve historia de un pseudónimo.

¿Alguien sabe quien es Richard Bachman? Este nombre corresponde al pseudónimo con el que Stephen King publicó varias de sus novelas a finales de la década de los 70 y comienzos de los 80 principalmente. Según cuenta el propio King su editor tenía miedo de que su producción literaria fuera a colapsar el mercado. Por ello decidió crear a Bachman para poder descargar las estanterías de las librerías de novedades firmadas por King. Años más tarde se descubrió la verdadera identidad de Bachman debido a los registros. A día de hoy las novelas antaño publicadas por Bachman si que las encontramos con el verdadero nombre del autor.


En total han sido 7 las novelas que ha publicado con este pseudónimo. La primera fue Rabia donde se trata el tema de la violencia en las aulas. Luego vino La larga marcha, novela angustiosa como pocas y desesperanzadora. Carretera maldita fue la siguiente y aunque empezaba bien se acababa haciendo algo pesada. El fugitivo fue la cuarta, novela de acción muy divertida y entretenida. Por último en el 82 llegó Maleficio, donde su protagonista sufría una maldición que le hacía ser cada vez más delgado. Quitando la de la carretera las otras cuatro me gustaron bastante.

Años después de descubrirse todo han salido otras dos novelas atribuídas a Bachman, Posesión y Blaze. El motivo es que King las escribió durante los años en que publicaba como Bachman pero nunca las publicó. Por ello decidió, en el momento en que salieron a la venta, conservar el nombre en la portada de Bachman. De estas no me he leído ninguna.


Por último citar que todo esto del pseudónimo fue la fuente de inspiración de King para una de otra de sus novelas, La mitad oscura. Los que la hayan leído recordaran que el argumento giraba en torno a un escritor que solo triunfaba cuando publicaba bajo un pseudónimo. La cosa iba bien hasta que el pseudónimo cobraba vida y empezaba una sangrienta ola de crímenes inspirándose en los relatos que supuestamente había firmado. La novela estaba bastante bien y como suele ser habitual con las obras de King se rodó una película dirigida por George Romero.