Bullit no estaba mal pero con el paso del tiempo ha ido perdiendo fuerza. Lo que la convierte en un clásico y hace que sea recordada por los aficionados después de tantos años es la espectacular persecución que trascurre hacia la mitad del film. Bullit al volante de un potente Mustang intenta capturar a los asesinos, todo ello a lo largo y ancho de la mítica ciudad de San Francisco. Una de las mejores persecuciones de la historia del cine.
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